La donación de sangre, un acto de amor

La donación de sangre, un acto de amor

La donación de sangre es un acto altruista para el que no hay que tener condiciones excepcionales; únicamente la conciencia de que es necesaria para alguien o para nosotros mismos, ya que 9 de cada 10 personas la necesitarán en algún momento de su vida; y las ganas de dedicarle apenas media hora a la extracción.


Cada 14 de junio se celebra el Día Mundial del Donante de Sangre, como una forma de concientizar de la importancia de difundir una de las prácticas de salud pública más importantes. 

La donación de sangre es un procedimiento médico por el cual a una persona (un voluntario, no remunerado económicamente) se le realiza una extracción de sangre que luego se inyecta en otra persona (transfusión de sangre) o se utiliza para elaborar medicamentos (fraccionamiento). Dado que la sangre humana es una sustancia que a la fecha sigue sin poder sintetizarse, entonces es necesario extraerla de otra persona.

 

Puede ser donante cualquier persona con buen estado de salud, mayor de 18 años y menor de 65, y que pese más de 50 kg. Sólo el haber padecido determinadas enfermedades (hepatitis, sida, paludismo, tumores y otras), haber estado enfermo en los días previos a la donación o haber tomado algunos medicamentos, hacen que una persona no sea candidato a donar en un momento determinado.

 

En cualquier caso, el personal de salud que hace las colectas de sangre, hará unas pruebas y algunas preguntas para saber si el donante estás en condiciones de realizar la donación. En los casos que se lo excluya temporalmente, una vez transcurrido el período indicado, puede volver a presentarse para donar.

 

Donar es un hábito saludable

 

Al llegar al lugar de la donación (colectas en unidades móviles, hospitales, centro de transfusión...) se hace un reconocimiento para comprobar que el donante esté en condiciones de donar (toma de presión y temperatura, niveles de hemoglobina). Posteriormente, la sangre que se extrajo será analizada para las enfermedades de transmisión sanguínea: chagas, hepatitis B y C, sífilis, VIH, VPH, Brucelosis entre otras.

 

Donar no es perjudicial para el organismo. Una bolsa de donación recoge 450 cc de sangre; es una cantidad que el cuerpo asume sin ningún problema cuando estamos sanos y que no causa ningún trastorno posterior. El cuerpo la regenerará en unos días mientras sigue con su trabajo habitual.

 

El proceso de donación dura unos quince minutos. Al terminar te ofrecerán un refrigerio y bebida, junto a recomendaciones para las horas siguientes: beber abundante líquido, no cargar con mucho peso en el brazo que se haya pinchado, no fumar, entre otras.

 

La donación de sangre es un proceso seguro que se realiza bajo la responsabilidad de un equipo médico.

 

Todo el material que se usa es estéril y de un solo uso. Es imposible la transmisión de ningún tipo de enfermedad durante este proceso. El reconocimiento previo asegura que el donante cumple con todos los requisitos y que la donación no supondrá para él ningún riesgo. Además todas las donaciones son analizadas.

 

El acto solidario de la donación de sangre es fácil y todo aquel que cumpla con los siguientes requisitos, puede hacerlo. Básicamente, se debe tener más de 18 años y menos de 65, pesar más de 50 kg y estar sano.

 

Fuente: Ministerio de Salud de la Nación

 

No es cierto que para donar sangre se debe asistir en ayunas. Se debe tomar un desayuno liviano, como una infusión de té o mate cocido con dos galletitas de agua.

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