La energía y el poder de la luna

Muchas tradiciones otorgan a la Luna un poder sutil sobre las cosas que ocurren en la Tierra. Desde la antigüedad la luna y sus ciclos han sido motivo de adivinación y observación.
Nancy Ramos Dorsch (*)
La luna ha acompañado a la humanidad desde siempre y se ha estudiado su influencia en las cosechas, en las mareas, en las plantas, en los ritmos y en todos los seres vivos.
Cabe recordar que la luna no tiene luz propia; la vemos en la medida que el sol la ilumina.
La luna transita sus cuatro fases principales en el período de 29,5 días.
Sus ciclos representan simbólicamente el nacimiento, crecimiento, muerte y renovación de todas las formas.
La magia de la luna hace sentir su influencia sobre nuestra vida y nuestras decisiones.
Está asociada con el mundo de las emociones y en astrología se la asocia con lo materno y nuestros primeros vínculos afectivos.
La luna y su magia traen el poder del principio femenino y sus fases se relacionan con los tiempos biológicos del ser humano.
La luna nueva se produce en el momento exacto de la conjunción cuando el sol y la luna se encuentran en los mismos grados, minutos y segundos zodiacal. Aquí la luna no es visible. En cambio cuando se encuentra totalmente completa, visible e iluminada estamos en presencia de la luna llena.
Ella incide en la naturaleza y sus cambios, como así también tiene influencia directa sobre nuestro estado emocional. El Método Somático creado por Mark Filippi, médico y neurocientífico, afirma que las fases lunares se conectan a cuatro neurotransmisores que tenemos: en la primera fase lunar se ve afectada la acetilcolina, la serotonina en la segunda fase, la dopamina en la tercera y la noradrenalina en la cuarta fase lunar.
La energía que esconde cada fase lunar
La generación se vincula al ciclo creciente y la decreciente. Es por eso que de modo general, los primeros catorce días en que la luna crece son los llamados quincena clara. La segunda mitad del ciclo lunar a partir de la luna llena, comenzará a decrecer y se llama la quincena oscura.
¿Cuáles son los poderes de cada fase? ¿Cuándo debemos iniciar un proyecto? ¿Qué momento es ideal para cerrar un ciclo?
LUNA NUEVA: es la luna que no refleja luz. Ideal para intencionar nuevos proyectos. Se plantan las semillas. Sembrar nuevos hábitos y alinearse a nuevas ideas. Esta luna representa todo lo que nace y es momento para dedicarlo a nosotros mismos, tener claridad mental. Renovación emocional, física y energética.
LUNA CUARTO CRECIENTE: cuando se vuelve a ver la luna. Mientras va creciendo, nos expandimos con su luz. Es la fase de la acción, darle curso a nuevas ideas. Impulsar aquello que querramos que aumente, progrese. Fase productiva y momento de poner en marcha nuestro proyecto y nuevos planes.
LUNA LLENA: la luna aquí refleja toda la luz del sol. Nos permite brillar tal y como somos. Nos conecta con nuestro poder interior, nuestra intuición, lo mágico y esotérico. Momento ideal para realizar limpiezas energéticas y conectarnos con nuestro cuerpo.
LUNA MENGUANTE: el ciclo retorna, la vemos pequeña. Esta luna nos invita a la reflexión, deja atrás lo que no queremos en nuestra vida. Etapa de cierre y conclusión. Cuestionarnos lo recibido. Eliminamos malos hábitos y costumbres.
Que cada luna nos enseñe, nos bañe con su luz hipnótica y nos conecte a su sabiduría, misterio y poesía.
(*) Asesora en Fen Shui y terapias energéticas. Creadora de Hunab-Kú Regalería Mística.
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