Portación de status

Portación de status

En los tiempos que corren es clave la presencia activa de los padres en el crecimiento de sus hijos. Su presencia, como acompañantes  en la transición de la niñez a la juventud, es fundamental para que ellos puedan construir su propia identidad y una sana autoestima. El único status válido debería ser el de ser una persona de bien.


 

 

 

Psp. Ma. Alejandra Canavesio (*)

 

“ – La verdad es que nos tiene cansada - se quejó Juliana, airadamente – Todo el santo tiempo haciéndose la linda. Te juro que da una bronca bárbara.

- ¿Cómo es eso de ‘hacerse la linda’, Juli? – le pregunté.

- Bueno, ella es linda - aclaró - Re-linda, en realidad, pero harta.

- ¿Qué es lo que harta?

- ¡Eso, Ale! ¡Que esté todo el tiempo haciéndose la linda!

- ¿Pero no me decís que ES linda?

- ¡Sí, por eso! – pareció refunfuñar.

- ¿Es lo mismo ser linda que hacerse la linda, Juli?

La sorpresa ante esa pregunta pareció golpearla, al punto de hacerse hacia atrás en la silla, reacomodar el cuerpo, fruncir el ceño y perder la mirada en la pared delante de ella.

- Ella no es linda; es hermosa, Parece una actriz de cine; tiene una cara y un cuerpo perfectos. Es para tapa de revista. La miran todos; los chicos se babean cuando la ven.

Cualquiera parece un asco al lado de ella. Encima vive en un country, fue a Disney tres veces

y viaja a Europa todos los años, porque tiene familia allá.

- ¿A todo eso lo saben por ella… o por otros?

Esa pregunta también pareció descolocarla pero, así y todo, apretó las mandíbulas y gruñó – Lo sabemos. Es una milipili de m…y la odiamos con toda el alma…”

 

 

“Milipili” es un término surgido por la unión de Milagros y Pilar, nombres populares en la generación nacida con el siglo XXI, y alude a adolescentes que se relacionan con una clase social alta; un estereotipo de belleza de cuerpos hiperdelgados, cabello largo y lacio; una forma de vestir ropa de marca con prendas pequeñas y pantalones o minis de talle bajo que dejan a la vista abdómenes chatos; la costumbre de realizar viajes al extranjero; y la utilización de tecnología de alta gama, tildándoselas de egocéntricas.

 

Si bien estas son características prototípicas de un modelo, hay individualidades y distintas miradas como para enfocar la misma realidad. En el ejemplo de aquí, no es Pilar quien hace alarde de su realidad sino Julieta y sus amigos quienes la concientizan, les molesta y marcan la diferencia, despreciándola. Pilar no es vanidosa ni presume acerca de su vida, por sentirse más o mejor. Son Julieta y sus amigos quienes se sienten menos y se manejan respecto a ella, a sus espaldas, con desprecio y de manera peyorativa. Mientras tanto, cuando pueden sacar provecho de la realidad de Milagros, lo hacen, con la más ficticia de las conductas.

Una de las características distintivas de la adolescencia es la inmadurez, pues el adolescente, justamente, adolece de madurez y eso le implica confusión, incertidumbre e inseguridad respecto a cómo afrontar las situaciones cotidianas que le tocan vivir, ya sean problemáticas, conflictivas o simplemente novedosas. Suele ser bastante frecuente que, al no poder descifrar adecuadamente lo que sienten, se enojen, frustren, cambien repentinamente sus estados anímicos y proyecten en el otro sus propios sentires y vivencias, trasladando la responsabilidad a un tercero, sin poder hacerse cargo adecuadamente de lo que les corresponde.

El acercamiento cada vez más grande de los adolescentes al mundo digital y, fundamentalmente, a las redes sociales, contribuye a desvirtuar modelos y a perturbarlos en su sano desarrollo emocional, mental y físico. Esta realidad hace necesaria (y hasta casi con carácter de urgencia) la presencia activa de los padres en el crecimiento de sus hijos, acompañándolos convenientemente en la transición de la niñez a la juventud, haciéndoles factible la construcción de su identidad y de una sana autoestima, ofreciéndoles ejemplos actitudinales y conductuales cimentados sobre la riqueza del “adentro” y no en la superficialidad de la apariencia, pues el único status válido debería ser el de ser una persona de bien.

 

(*) Psicopedagoga.  Mat. Nº 279. L.I.F.8. 

RELACIONADAS

Ofertando el envase

    Psp. Ma. Alejandra Canavesio   “ - … y me lo chapé de una, Ale. El vago estaba muy apetecible – me dijo Vicky a poco de comenzar a relatarme su viernes, luego de anticiparme que tenía una fiesta...

¿Y después?

      Psp. Ma. Alejandra Canavesio (*)   “De común acuerdo busco la lotería, nos sentamos en la alfombra, abro la caja, saco los cartones y, antes de hacer lo mismo con las fichas, mira la estanterí...

Hay que darse cuenta

      Psp. Ma. Alejandra Canavesio (*)     “ - ¿Viste lo que pasó con lo de Fernando? – me preguntó Guille con un gesto que evidenciaba una mezcla de asombro y temor. - ¿A qu&eac...

Suscribite a

Suscribite

y recibí todas las novedades